miércoles, 9 de septiembre de 2009

Ladran Sancho

Ladran Sancho!!!
Hilda Molina visita el Congreso de La Nación Argentina

La médica cubana, invitada por el diputado del PRO, Julián Obiglio, autor del proyecto de ley para que se le otorguen a Molina ciudadanía y pasaporte argentino, visitó en el día de la fecha (8 de septiembre de 2009) el Congreso de la Nación Argentina.
En la conferencia de prensa, los periodistas esperaban ansiosos por preguntar los motivos de su presencia en el congreso, sobre los fines de la invitación por parte del diputado, y algunas otras cuestiones que hacen a sus permanentes polémicas declaraciones. Sin embargo, luego de una breve presentación, por parte de diputado “pro”, la médica comenzó a realizar su exposición, la que fue seguida de las preguntas del señor Obiglio acerca de la democracia en cuba, la libertad, y…lo mismo de siempre. Luego de la misma, se corrió vista a los periodistas, puesto a que de los diputados, pese a estar invitados, no concurrió ninguno, salvo el organizador Obiglio, claro. El tiempo que tenían los periodistas era de diez minutos, escaso por cierto, sobre todo después de que el único diputado presente en la sala monopolizo el micrófono y realizó sus más de cinco preguntas. Ante los interrogantes elaborados por los periodistas, que inquietaban a la médica, se resolvió que la misma abandonara la sala de inmediato, con la excusa de que el diputado se había comprometido previamente a que no pasaran las dos horas puesto a que ella tenía que cuidar de una familiar enferma (vale resaltar que Hilda ingresó al Congreso a las 11 de la mañana, puntualmente, y cuando el diputado exhortó a abandonar la sala eran aún las 12:25 hs, es decir, aún restaban 35 minutos). De todas formas, la concurrencia de medios masivos de comunicación hizo que la médica se haya visto en la obligación de seguir respondiendo para que ante los ojos del país no se logre captar que quienes hablan en nombre de la libertad de expresión son quienes frecuentemente coartan la misma ,y así siguió respondiendo, o mejor dicho intentó hacerlo, ante las preguntas de los periodistas que tan sólo querían anoticiarse de algunas cuestiones esbozadas por Molina, la que supuestamente no hace política aunque, sin embargo, no cesa ni un instante de hablar de la misma.
Las difamaciones hechas por la señora Molina fueron graves y, además, denotan su permanente contradicción. “En Cuba la salud es Universal eso hay que reconocerlo”, pero “en Cuba hay cuatro tipo de pacientes: el dirigente y su familia; el extranjero; el cubano pobre; y el cubano que tiene para pagar”. En qué quedamos Hilda, ¿la salud es, o no es universal en Cuba? Me resulta imposible detallar aquí cada una de las contradicciones esbozadas por la médica, quizás por mi propia incapacidad, o tal vez porque realmente la contradicción logre, precisamente, ayudarme en esto que intentaré: realizar una breve conclusión de lo que nos dejó la visita de Hilda Molina al congreso de la Nación Argentina.
En primer lugar, me gustaría cuestionar su invitación al parlamento. En este sentido, me pregunto cómo en un país en el que el problema de la indocumentación es gravísimo (más de un millón de bolivianos, paraguayos y peruanos carecen de la misma, lo que los denigra en su condición laboral y a la vez les priva de la facultad de ser ciudadanos), un diputado se preocupa por el documento de una sola ciudadana cubana (que además desde un primer momento afirmó que vino a Argentina sólo a visitar a sus nietos) y plantea un proyecto de ley a tal efecto. Usted, ¿a quién representa señor Obiglio?. Debería conocer el carácter general de una ley, si cada uno de ustedes tiene que legislar por cada individuo en particular, deberían existir millones de diputados. Pero seguramente usted sabe para quién legisla y por eso convocó a Hilda Molina.
Porque Hilda Molina fue al parlamento argentino a hacer lo que hace siempre: difamar a la república soberana de Cuba, a su legislación, y a su pueblo. A tal fin fue invitada señora Molina. Usted, señora Molina, lo sabe mejor que nadie, usted y sus “amigos de CADAL”, como los llama en su blog en el que se dedica exclusivamente a escribir sobre la política cubana, lo comprenden muy bien. Pero no crea que los argentinos comemos vidrio, no todos lo hacemos. Sabemos lo que es la muerte por el paco, el hambre, la desnutrición; sabemos lo que es la falta de acceso a la salud. Lo sabemos porque vivimos en Argentina, y no en la República de Cuba donde los niños juegan en las calles, donde no hay un solo muerto por drogas, donde la salud, como a usted se le escapo, es universal. Y también sabemos, señora Molina, que hay quienes creen que el Congreso es un lugar para llevar adelante empresas personales: en eso consiste está democracia que vivimos los argentinos y por eso, quizás, sea tan importante, para algunos, criticar la verdadera democracia que vive el pueblo cubano, esa democracia que permite que usted sea médica y goce de buena salud, pero que también se lo permite a todo el pueblo cubano.
Su visita es política, señora Molina, y usted se desvive por la misma, aunque lamentablemente no sea el bien de la polis su único fin sino la mentira al servicio de quienes, de manera manifiesta, violan el derecho a la autodeterminación de los pueblos. Por eso llegó al congreso argentino, señora Molina, alguién le abrió las puertas. Porque mientras la revolución cubana siga cabalgando, no faltarán quienes ladren, ni tampoco quienes controlen la puerta de la perrera.
Juan Manuel Combi
DNI 28.229.115

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